viernes, 17 de abril de 2009

Carta de un Peregrino

Cuando uno ha iniciado el camino, el camino forma parte de él.

No por mucho correr, vas a llegar más lejos y más pronto, ni vas a conseguir el objetivo, el camino es algo más que una carrera o un propósito, es algo elevado, te llena y hace que te unas a él, una vez que te has adentrado en él forma parte de ti, está en ti y deja que compartas todo aquello que otros han dejado y formando parte de nosotros aunque no lo queramos creer u olvidemos que es algo nuestro. El correr no consigue llevarte mas lejos, aquel que camina poco a poco, llegará más lejos, no nos podemos proponer un fin, puesto que es, ese algo lo que nos indica si realmente hemos llegado donde queríamos o realmente nos queda más por caminar. Cuesta mucho expresar algo que se siente pero no se puede trasmitir. Es una sensación extraña la que te invade y la que te dice aquello que quieres escuchar, pero realmente no te engañes esa no es la realidad. Eso sí, aunque varíes tu camino, otro te llevara al final y lograrás conseguir lo mas ansiado y deseado. No se puede desistir en el empeño de conseguirlo, la alegría que produce el deseo de conseguir lo ansiado es enorme y te llena de una energía que nunca ya te dejará. Cada uno caminamos por un camino, pero realmente todos lo hacemos en el mismo, puesto que estamos en él. Podrá ser de distinto tamaño, de distinto aspecto pero siempre estamos en él y éste no nos deja nunca.



Adolfus.

miércoles, 11 de febrero de 2009

SOLEDAD O SOCIEDAD


En cierta ocasión alguien me dijo que algunas personas prefieren la soledad y consideran que de ella depende la paz de su espíritu; luego me pregunto si el mejor lugar para ello no sería la iglesia.

Le respondí que no.

Mi explicación fue ésta:

Si obras bien, obras bien en dondequiera que estés y en cualquier lugar.
Si obras mal, obras mal dondequiera que estés y en todas partes.
Si aciertas en verdad llevas contigo a Dios y Dios te acompaña en todas partes: en la plaza pública, en la iglesia o en el retiro.
Si tienes verdaderamente a Dios y sólo a Él, nada podrá perturbarte.

¿Por qué?

Porque tienes puesta tu mirada en Dios y solo en Él.
Sólo Dios es todo para ti; en cada acción y en cada situación revelas a Dios y todas tus actividades se orientan hacia Él.

De Dios y no a de ti depende el valor de tus obras, pues tu eres simplemente el agente.
Si tu objetivo es Dios y sólo Él, entonces Dios realiza tus obras y nada puede perturbarte, ni la sociedad, ni las situaciones, ni persona alguna; porque no ambicionas, ni buscas, ni deseas nada fuera de Dios, a quien te entregas con exclusividad.

Y así como la multiplicidad de las cosas no puede distraer a Dios, tampoco a ti, pues estás en Él en quien todas las cosas se unen y logran su perfección.

martes, 13 de enero de 2009

LAS NIEBLAS DEL CAMINO


Cuando ya has dado los primeros pasos en el Camino. Cuanto más inmerso te encuentras en él, vives momentos de debilidad física. El clima duro del invierno se presenta ante tus ojos, desafiante. Lluvia, viento gélido, nieve. El cansancio de las primeras etapas ya una semana ya diez días. El mal tiempo se alía con los dolores físicos. Entonces crees que no puedes más que estás derrotado.


Que quién te mandó ir al camino, por qué motivo. La debilidad se hace fuerte y se apodera cada vez más de ti. De tu cuerpo, de tu ánimo, de tu espíritu.


Te sientes derrotado. Y solo.


Cada paso sientes que la distancia crece y que nunca llegarás a la etapa final del Camino.


Un caminar lento, duro, casi no sumas kilómetros. Deseas llegar al final de esa etapa.


Pero cuando más derrotado te encuentras algo en lo más hondo de tu alma crece. Es el Ser.

Que te empuja, te anima y alienta a seguir. A superar cualquier escollo del camino. Te dice; "tu no has venido ha realizar un camino físico, este es un símbolo de otro mayor, el Camino Interior".


Y no tiene fin ni meta. No termina en Santiago ni en Fisterra. Va más allá, Ultreia.


Supone la superación de cualquier percance, ya sea del tiempo, ya sea personal. Nos dice; "somos más fuertes de lo que nosotros pensamos" "Supera tus límites y crece".


El Camino es una peregrinación hacia nuestro verdadero yo, el Ser.


Es un camino largo, lleno de dificultades. Pero las que nosotros mismos colocamos y por ende nosotros somos quienes podemos vencerlas.


El Camino nos despierta ese "yo" profundo y olvidado que nos une a otros que ya estuvieron aquí, que se buscaron al descubrir el Camino. Que pudieron vivir momentos mágicos y espirituales en estas tierras del Camino de las estrellas.


El Camino es la espina dorsal del alma de Europa.


No es por casualidad todo el simbolismo que rodea a las piedras del camino. Aquí hay algo vivo, algo espiritual que marca a todos los que por el transitan. Ya sea de forma consciente o no. Pero algo del camino les impregna en lo más hondo de sus almas.


Y esa experiencia no les dejará indiferentes. Y si tu eres un alma libre, que buscas más allá de las cosas querrás que esa sensación no te abandone y que continúe en ti. Para ello buscaras muchas cosas para alimentar y hacer crecer eso que no sabes que es.


Pero fuera del Camino será difícil encontrar la tonalidad adecuada que sentiste allí. La vida de la ciudad, la rutina, los problemas te alejan de esa sensación.


Y tu quieres que siga en ti. Y buscas pero no todo lo que encontrarás será la respuesta adecuada. Buscas la sensación que se apoderó de ti en el viaje al punto de partida, en la primera etapa, en el interior de esa iglesia románica, en la conversación tan especial con aquel peregrino francés, en la emoción que sentiste en la subida al Pico del Pollo, a O'cebreiro y al oír los cantos gregorianos de su iglesia mientras contemplas el Santo Grial, en Santiago o en Finisterre, o cuando dejas el Camino y regresas.


Pues eso amigo peregrino, es el Ser que crece en ti con la vivencia espiritual del Camino y si eres consciente de lo maravilloso que hay en tu interior lo alumbraras buscando respuestas y sensaciones similares que hagan cada vez más fuerte ese sentir.


Y al igual que nosotros buscaras almas gemelas que sientan igual que tu. Pero esas almas ya las has encontrado. Sólo mira en tu corazón y siente. Ahí está la respuesta.

jueves, 8 de enero de 2009

VUESTRA COLABORACION


Hola, lector de Peregrinus. Si te gusta lo que has leído hasta ahora de nuestra página, has realizado el Camino de Santiago y estas profundizando en el conocimiento de ti mismo y ultreia.


Envianos un correo electrónico con tu experiencia sobre el Camino y seleccionaremos las mejores para publicarlas en nuestra página. La página de todos aquellos que no se quedan en el mero camino físico, en el paisaje, en unas vacaciones distintas pero sin que el Camino entre en ti, sino para aquellos que buscan algo más, buceando en las raíces del Camino, en nuestro pasado y sobre todo en tu interior. En ese Camino de transformación que debe ser un verdadero viaje espiritual.


Queremos conocer vuestras vivencias. Haz participe a los que sienten como tu de lo que el Camino te ha descubierto. Te esperamos. Saludos a todos. Buen Camino y Ultreia.


Fraternitas Compostella.

miércoles, 25 de junio de 2008

PEREGRINO DE LAS ESTRELLAS

Despertando en los caminos soñados,
allá por Roncesvalles,
durmiendo sobre las piedras Sagradas.
Bajo las estrellas aladas.
Así transitamos por este Camino,
con un caminar libre y ligero.
Y de lo trascendente conscientes,
y del despertar interno anhelantes,
del Camino Trascendente.
De entusiasmo y alegría los primeros pasos.
Con caminar lento, cansado y herido nuestro ego.
Ya en la meseta castellana nos llega la soledad, para seguir
avanzando y al Ser despertando.
Y como de elevarse se trata en ascenso a O'cebreiro
nuestra alma bebe del cáliz sagrado.
Con el néctar en los labios los pies vuelan
hacia el Campo de Estrellas Sagrado.
Pero no termina ahí nuestro caminar y hacia ultreia avanzamos.
Y al encuentro de la mar y de la estrella Solar.
Fuego eterno que muere y vive, que
del morir y renacer del Sol Eterno que
contemplas desde el fin de la tierra.
Se hace eco un nuevo Ser que renace de sí
mismo para empezar un nuevo caminar.

sábado, 14 de abril de 2007